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Me voy a tomar la libertad de exponer la respuesta a todas las preguntas que aquí se presentan dándole los matices que desde mi punto de vista se merecen y que no son otros que los de una sana crítica a lo que un servidor considera una enorme farsa teatrera, de escasa credibilidad y bajo valor político.
Digan lo que digan los palmeros de Méndez y Fernández Toxo, la convocatoria de
Es manifiesto el hecho de que la reforma laboral, como la conocen unos o el decretazo como la llaman otros, ha podido afectar de una manera más o menos directa a los trabajadores. Pero que nadie se lleve a engaño, esta es la única vía de salida de la crisis. Nadie dijo que fuera fácil escapar de los problemas, hay que luchar, pelear, padecer, sufrir, pero al final del camino siempre hay luz. Y el camino pasa por una serie de esfuerzos que debemos llevar a cabo a todos.
Podríamos reprocharle al gobierno algo, pero sólo el hecho de que quizá la reforma laboral llegue un poco tarde, aunque como dice el refrán, más vale tarde que nunca.
Y los sindicatos salen a la calle con consignas que llevan a error a muchos y que desde mi punto de vista entran en un enorme conflicto. ¡Trabajadores, sí! ¡Empresarios también! Parece ser que el empresario es el lobo, el enemigo, el malo. En nuestro país la imagen del empresario está enormemente degradada y es sencillamente porque algunas personas se atreven a hablar sin saber lo que realmente están diciendo. El empresario por definición es una persona emprendedora, que arriesga parte de su capital con la finalidad de crear una organización que produzca bienes o servicios. Si no fuera por el empresario y por la iniciativa privada no se crearía trabajo. Que se les de margen de maniobra a las personas de este país que tienen intención de formar empresas y crear puestos de trabajo no me parece en absoluto un paso atrás para los trabajadores, todo lo contrario, permite que se aumenten los puestos de trabajos, esos que tanto venimos reivindicando de un tiempo a esta parte.
En definitiva, cada uno puede pensar lo que quiera, pero a mi la reforma me parece algo tardía, pero medianamente apropiada, siempre y cuando se hicieran algunas modificaciones con las que no comulgo especialmente. No obstante debemos quedarnos con una frase literal del texto oficial: “Esta reforma tiene como objetivo esencial contribuir a la reducción del desempleo e incrementar la productividad de la economía española.” No sé si lo conseguirá, pero estoy convencido que todos perseguimos el mismo objetivo.
